lunes, 2 de julio de 2007

Domingo, 1 de Julio de 2007

Tras la fiesta del día anterior, me he levantado apenas con ganas de sentarme en el sillón a ver la tele. Pero la escasa calidad de todo lo que echan, me obligan a aceptar la invitación de ir al cine. No voy a evr una película española, pero casi: "28 semanas después", dirigida por Fresnadillo, un director español que hizo una película medianamente buena "Intacto" y algunos cortos con cierto interés y que ahora debuta en el cine americano (aunque la película transcurre íntegramente en Reino Unido, la productora es Fox).

La película, segunda parte de "28 días después", une la propuesta interesante de la primera (más que zombies se trata de gente enferma de "rabia" que se convierten en salvajes devoradores de seres vivos) y, a pesar de cometer facilones errores de bulto en la trama (uno de los mejores es el famoso plan de ocntingencia consistente en que si alguien se contagia en el complejo, apagan las luces y les encierran en una sala a todos para ver si se los comen y los convierten a todos de golpe - cosa que, por otro lado, ocurre tal y como debían haber esperado-). Sin embargo, la película me ha hecho reflexionar sobre una de las particularidades del cine español a la que hice referncia cuando hablé de "Bajo las estrellas". ¿Por qué si esta película es más o menos fantástica, pero sobre todo no busca el realismo, esta protagonizada por personas absolutamente normales - Un padre que, por cobardía, abandona a su mujer, unos niños que vuelven de unas vacaciones en España, etc. - mientras que las historias más normales del cine español siempre están protagonizados por personas que son imposibles de encontrar en la vida real? Está claro: A los españoles les aburren sus propias historias y tratan de hacerlas entretenidas de las más variadas maneras ya que no tienen otro remedio si quieren que sean barats y llevarse la mayor parte de las subvenciones. Bueno, al menos, hay cosas que, de evidentes, ya ni duelen. Que les aproveche.

Por lo demás, sólo dos cosas interesantes: El artículo de Fotogramas en el que se dice que el año pasado se estrenaron 185 películas españolas (si alguien dice 10 ya sería un logro), de las que, quitando 40 documentales que nadie vio, sólo 4 películas (Alatriste, Volver, El Laberinto del Fauno y otra que no recuerdo, pero del estilo) hicieron más de la mitad de la taquilla. Lo que deja 141 películas para repartir el resto de la taquilla. Impresionante.

Antes de acostarme echo un vistazo a la taquilla en Yahoo... Esta semana se han colocado 2 películas españolas en la taquilla: "Ladrones", la de Ballesta con una cifra bastante triste para ser su primera semana (232.000 euros) y por segunda semana "Bajo las Estrellas" con más o menos el doble recaudado en toda su vida (seguramente no llegará a los 500.000 euros antes de desaparecer, vamos, lo que se merece).

A veces pienso que ser parte del cine español es una vergüenza. Mañana busco trabajo en un McDonalds, como me consta que están haciendo muchos de mis compañeros de curro. Si no, que alguien me diga dónde se han metido la mayoría de los actores revelación de los últimos tiempos.

domingo, 1 de julio de 2007

Sábado 30 de Junio de 2007

Son las 10:30 de la mañana cuando suena el teléfono. Me duele la cabeza, creo que por sueño, auqnue muy posiblemente se deba a la resaca de ayer. Las fiestas de Chueca son duras y más si antes has estado en una barbacoa que organizan tus amigos poniéndote hasta arriba para luego ir a seguir la fiesta en el Orgullo Gay. Y no es que yo lo sea, pero lo cierto es que sí la mayoría de la gente con la que me codeo. Llego a la conclusión de que entre la política y en el cine están repartidos la mayoría d elos gays de este país.

La barbacoa no fue muy divertida. Era la presentación en sociedad de la nueva novia de uno de mis amigos, Carlos, repesentante de artistas de medio pelo, pero que se ha forrado creando y llevando a programas del corazón a famosetes de nueva cuña. No tardé en descubrir que más que a su nueva chica (la cuarta de este mes) lo que quería era enseñarnos el descapotable que se ha comprado gracias a la promoción de su último hallazgo (no diré el nombre pero sus iniciales deberían bastar ya que ahora no hay programa que no se precie de tenerle: RB).

Chueca tampoco fue mejor. Mucha gente, mucha loca, poca chica interesada en algo más que ver los cuerpos y ropas que lucen lso gays vestidos para la ocasión. Lo único bueno fue encontrarme con Ricky. Ricky es exhibidor, productor y trapillea con drogas (que es de lo que más dinero saca). Ahora está pensando en montar un cineforum una vez al mes de películas cutres de serie B y la verdad que me parece de lo más inteligente que he oído hoy.

Cuando llego a casa mi madre aún sigue en el salón haciendo punto de cruz. Le saludo rápidamente y me voy a dormir. Mañana será otro día.
Por El Jefe.-

Estos últimos días mucha gente (bueno, no nos engañemos, han sido una o dos personas) ha tratado de averiguar quién soy realemente y el por qué de mi odio hacia el cine español. Yo, que siempre he sido reacio a autopromocionarme he preferido mantener mi verdadera personalidad en el más absoluto de los anonimatos, pero es cierto que me parece algo injusto ya que, sin la completa perspectiva de quién soy o lo que hago, es difícil evaluar la fiabilidad de mis comentarios. Está bien, pues lo diré: Realmente soy actor. No un actor importante de esos que se reconocen a la legua y a los que le gusta pasearse por el mundo mostrándose como floreros , pero me gano la vida con ello y, sobre todo, me codeo con la mayor parte de la gente del cine español por lo que tengo mucho conocimiento de causa, tanto, que he decidido finalmente convertir este blog en loq ue realmente debió ser: mi diario. La vida de un actor muchas veces en paro y otras veces parado, pero nunca quieto.

Ah, y a quien lo pregunte, efectivamente, el Becario y El Sufridor en Casa son colegas míos y también son actores.

Un saludo.